Participé en el programa Respecto y en los programas Mini-Pastoral de 3 semanas. ¡Me encantó! Aprendí más sobre mi propia etnia y la riqueza cultural de mi congregación de lo que nunca supe. El estímulo de aprender primero sobre quiénes somos se ha quedado conmigo a lo largo de los años para ser un constructor de puentes, no un quitanieves. Aprecié la paciencia, la creatividad y la alegría de los presentadores que nos alentaron a compartir nuestras propias historias e ideas entre nosotros.